Siempre que una tierra vaya a un cementerio desde el juego, el Incursor akki obtiene +1/+0 hasta el final del turno.
Los akki eran muy territoriales; atacaban y destruían todo asentamiento que se acercara demasiado a sus hogares en las montañas. Cuanto más exitosas eran sus incursiones, más osados se volvían.